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Invertir más en cuidados es clave para una recuperación inclusiva a la crisis de la Covid

Por Yukiko Arai, directora de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo en Argentina

Un nuevo informe global de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que la demanda de servicios y medidas de cuidados podría crear cerca de 300 millones de empleos para 2035. Construir una mayor igualdad implica, en primer lugar, reconocer la importancia de los cuidados y la necesidad de priorizarlos dentro de las políticas públicas. En Argentina, un estudio realizado por la OIT, todavía inédito, indica que una mayor inversión en este sector generaría más de 1,8 millones de puestos de trabajo para 2030. Este potencial le da forma al desafío: no hay futuro posible sin igualdad de género, para lo cual atender la crisis del cuidado es fundamental.
Las mujeres son quienes más sufrieron los efectos de la crisis provocada por la Covid 19, que agudizó las desigualdades estructurales preexistentes, en especial en los segmentos más vulnerables, con menores ingresos y nivel educativo. El desbalance y la sobrecarga de trabajos domésticos y responsabilidades familiares recayó principalmente sobre ellas. Durante el segundo trimestre de 2020, el peor momento de la pandemia, las mujeres de América Latina y el Caribe perdieron 23,6 millones de puestos de trabajo y, para fines de 2021, aún faltaba recuperar más de 4,2 millones. En cambio, en el caso de los hombres, de los 26 millones de puestos perdidos la recuperación ya está prácticamente completa.
Estos datos provienen de la más reciente nota técnica de la serie Panorama Laboral en tiempos de Covid 19, elaborada por la Oficina Regional de la OIT. El análisis muestra que las medidas adoptadas para atender la emergencia sanitaria, como el cierre de los centros educativos y de cuidados en forma generalizada, tuvieron un impacto negativo en la participación laboral femenina.
Asimismo, esto se vio agravado por el hecho de que las medidas impactaron más en sectores mayoritariamente feminizados, en la informalidad, y en las micro, pequeñas y medianas empresas donde también predomina el empleo femenino. El trabajo doméstico, donde el 91 por ciento del empleo es femenino y el 72 por ciento es empleo informal, se vio afectado por una pérdida considerable de puestos de trabajo.
El retroceso que observamos es preocupante. Para recuperar el terreno perdido, necesitamos generar más y mejores oportunidades laborales para las mujeres y facilitar su inserción plena en el mercado laboral. Y en esta línea, la OIT conmemora el Día Internacional de la Mujer con un fuerte llamado a aumentar las inversiones en la economía del cuidado.
La Organización cuenta con una serie de herramientas para facilitar esta importante transición junto a los gobiernos y los representantes empleadores y trabajadores. En primer término, las Normas Internacionales del Trabajo proveen el fundamente técnico y jurídico para adaptar legislaciones nacionales, como los convenios sobre igualdad de remuneración (núm. 100), de discriminación en el empleo y ocupación (núm. 111), de trabajadores con responsabilidades familiares (núm. 156) y protección a la maternidad (núm. 183). El instrumento más reciente, el Convenio 190 sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo, ya vigente en Argentina, representa también un compromiso para reducir las brechas.
Por otra parte, con su Llamamiento mundial a la acción para una recuperación centrada en las personas, la OIT aboga por impulsar una reconstrucción en la que las principales prioridades de las políticas públicas tengan un abordaje inclusivo, sostenible y resiliente.
Invertir en el sector de cuidados tiene el potencial de generar trabajo decente, fortalecer los sistemas de protección social y reducir las arraigadas brechas de género, tanto en el hogar como en el trabajo, que se vieron exacerbadas por la pandemia. Para que la recuperación de la pandemia sea completa, necesitamos promover inversiones en paquetes de políticas de atención transformadora con igualdad de género, sostenibles e inclusivas.
Gracias al consenso de los actores tripartitos por medio del diálogo social, Argentina está próxima a firmar un nuevo Programa de Trabajo Decente de País, en cuya letra quedará formalizado este compromiso de crear un ambiente propicio "para impulsar inversiones en la economía del cuidado y una distribución más justa del trabajo del cuidado". El gobierno, los empleadores y sindicatos cuentan con el acompañamiento y apoyo técnico de la OIT para avanzar en este camino.