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Día Internacional del Migrante: migrantes, refugiados y solicitantes de asilo son bienvenidos

Con ocasión de este Día Internacional del Migrante, el 18 de diciembre de 2022, la Confederación Sindical Internacional (CSI) insta a los Gobiernos a que cumplan sus compromisos de respetar los derechos de las personas migrantes y redoblar esfuerzos para fomentar su inclusión.

"Una vez más, afirmamos que migrantes, refugiados y solicitantes de asilo son bienvenidos. Sindicatos en todo el mundo reclaman un refugio seguro, el derecho a trabajar e igualdad de trata para cualquiera, insistiendo además en que ninguna persona debería verse obligada a emigrar”, declaró Owen Tudor, Secretario General Adjunto de la CSI.


El número de migrantes en el mundo alcanzó los 281 millones en 2020, lo que representa el 3,6% de la población mundial, incluyendo a muchas personas que tuvieron que abandonar sus hogares debido al impacto del cambio climático. En 2019, la OIT estimó que de los migrantes internacionales, 169 millones eran trabajadores y trabajadoras.


Los trabajadores/as migrantes tienden a estar concentrados en empleos mal remunerados, precarios e informales, quedando por tanto excluidos de cualquier forma de protección social. Es especialmente el caso para las mujeres migrantes, sobrerrepresentadas en la economía informal, sobre todo en los sectores de cuidados y trabajo doméstico.


“Necesitamos un enfoque a la migración basado en los derechos, que proporcione a los trabajadores y trabajadoras migrantes oportunidades de trabajo decente y un acceso efectivo y pleno a sus derechos, diseñado e implementado a través del diálogo social y con las normas del trabajo en primer plano”, añadió Owen Tudor.


Los sindicatos reafirman que toda persona que trabaja es un trabajador o trabajadora, independientemente de su situación migratoria y reclaman un Nuevo Contrato Social con seis demandas esenciales que sitúan a las personas y al medio ambiente como elementos centrales:

Creación de empleos respetuosos con el clima con medidas de transición justa. La CSI pide la creación de 575 millones de nuevos puestos de trabajo decentes y que se formalicen al menos mil millones de empleos informales. La inversión en la economía de cuidados es central en las demandas de creación de empleo y formalización, teniendo en cuenta que los trabajadores/as migrantes están sobrerrepresentados en este sector.
Derechos para todos los trabajadores y trabajadoras independientemente de su situación laboral o migratoria, incluyendo un límite máximo de horas laborales y salud y seguridad en el trabajo.
Justicia salarial incluyendo un salario mínimo vital para todos los trabajadores y las trabajadoras.
Protección social universal con el establecimiento de un Fondo para la Protección Social destinado a ayudar a los países menos ricos.
Igualdad, ya sea en base a la raza, el género o el estatus migratorio, poniendo fin a cualquier tipo de discriminación.
Inclusión mediante un modelo de desarrollo basado en los derechos, que se haga realidad a través de la promesa de los ODS.
“Se producen violaciones sistemáticas de los derechos de los trabajadores/as migrantes, incluyendo el robo flagrante de salarios. Unos salarios mínimos vitales resultan esenciales para toda la gente trabajadoras, y muy especialmente los migrantes. El trabajo decente para la población migrante no podrá conseguirse sin esto, junto con protección social universal y el derecho fundamental a la salud y seguridad en el trabajo”, prosiguió Owen Tudor.


Los y las migrantes resultan particularmente vulnerables a la explotación con la imposición de permisos de trabajo de duración limitada, programas de migración circular –ocasional y de temporada– y agencias de contratación no reguladas. Estas prácticas impiden asimismo su inclusión social y económica a largo plazo.


Para contribuir a proteger a los trabajadores y trabajadoras migrantes de prácticas de empleo abusivas, la CSI patrocina el sitio web Recruitment Advisor, que ofrece información sobre agencias de contratación y derechos laborales.


Los Gobiernos deben aumentar las oportunidades para que los trabajadores/as migrantes puedan regularizar su situación, invirtiendo además en vías para la migración regular, con plenos derechos laborales y no discriminación. Sobre todo, los Gobiernos tienen que garantizar la libertad sindical, el derecho de sindicalización y negociación colectiva, como fundamentos indispensables para asegurar trabajo decente para todos y todas.

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