1ro. de mayo 2024: Defender la Democracia y fortalecer las luchas de la clase trabajadora de las Américas
1 de Mayo 2024
CSA
En medio a los desafíos cada vez más prominentes que enfrenta la democracia y los derechos de la clase trabajadora en nuestra región, la Confederación Sindical de los trabajadores y las trabajadoras de las Américas (CSA) hace un llamamiento en este 1ero de Mayo para unir y fortalecer a la clase trabajadora en todo el continente.
Nos encontramos en un momento de ascenso del autoritarismo y los ataques de la extrema derecha, que se expresa en diversas formas de ataque a los derechos y a las instituciones de la democracia. La agudización de las desigualdades, la precarización del empleo, el deterioro de la salud y la educación, la destrucción de los sistemas de protección social y la grave situación de violencia e inseguridad, han sido utilizados para generar mayor incertidumbre en la población y ofrecer salidas mesiánicas y autoritarias. Estos hechos ya no son consecuencias fortuitas o expresión de figuras individuales o “outsider” de la política, sino que hacen parte del modelo de la ultraderecha para imponer su proyecto.
Son los mismos responsables del debilitamiento y, en consecuencia, la destrucción del Estado; de la aplicación de las políticas de ajuste fiscal y del ultraliberalismo económico junto a las élites económicas y políticas que siempre se han beneficiado, quienes ahora se presentan como salvadores del grave estado de deterioro social, económico y ambiental que viven nuestros países. Continúa siendo la clase trabajadora y los amplios sectores excluidos, especialmente mujeres, jóvenes, poblaciones afrodescendientes, pueblos originarios, personas LGBTIQI+, quienes sufren la violencia de un sistema de despojo que acumula riqueza en pocas manos y condena a millones a la pobreza y la miseria.
Frente a este cuadro, la CSA continúa reivindicando el papel fundamental de los sindicatos en la defensa de la democracia y en la promoción de sociedades basadas en los principios de justicia, solidaridad y el ejercicio pleno de los derechos humanos para el conjunto de la ciudadanía del continente. Sin sindicatos y pleno ejercicio de los derechos sindicales y laborales para el conjunto y diversidad de la clase trabajadora no habrá democracia.
Saludamos a la clase trabajadora y a los movimientos políticos y sociales que en varios países han podido retomar la agenda democrática y de derechos para los pueblos, como en Honduras, Colombia y Brasil y que resisten firmemente a los ataques de la extrema derecha.
Abogamos por la promoción de la democratización de la comunicación y la libertad de expresión, pero esto no significa la utilización de los medios de comunicación para la manipulación, la mentira, el negacionismo y los discursos de odio. Demandamos la implementación de sistemas fiscales equitativos, la igualdad de género, la expansión de la protección social y la garantía de servicios públicos de calidad para todos y todas. Al mismo tiempo, cuestionamos el dominio de los intereses corporativos y las ideologías extremistas y neofascistas que amenazan con socavar las bases del estado social de derechos.
Demandamos la reforma integral de las estructuras económicas internacionales, priorizando los derechos humanos, un sistema financiero global justo y una cooperación equitativa entre países. Asimismo, abogamos por una seguridad común basada en la paz y la justicia, promoviendo la solidaridad entre los pueblos del mundo. Condenamos el genocidio continuado en la Franja de Gaza, ratificamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino y exigimos el cese a la criminal violencia ejercida en los territorios ocupados de forma ilegal por el estado de Israel, así como el castigo a los crímenes cometidos por el régimen sionista.
Defendemos la preservación de América Latina y el Caribe como territorio de paz, libre de bases e instalaciones militares y de la injerencia de intereses imperialistas y de las grandes corporaciones en nuestros territorios y países. Continuamos exigiendo el fin del bloqueo ilegal a Cuba y la exclusión de la unilateral lista de países promotores del terrorismo elaborada por el gobierno de los EE. UU. La integración regional es uno de los más importantes desafíos para fortalecer las democracias y asegurar la paz en América Latina y el Caribe. Demandamos la construcción de una integración que dé respuesta a las necesidades de la población y que la considere protagonista de su construcción.
Frente a los procesos electorales en curso en varios países de la región, demandamos el respeto a la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos. Condenamos la multimillonaria campaña de odio, manipulación mediática y chantajes promovidos por la ultraderecha internacional para interferir en el funcionamiento de la democracia y las decisiones de la ciudadanía. Nunca como ahora se ha demostrado la complicidad de las grandes empresas transnacionales con el debilitamiento y captura de todo el sistema democrático de nuestros países.
En este 1ero de mayo, Día Internacional de la Clase trabajadora, enviamos nuestro saludo y solidaridad al pueblo y sindicalismo argentino que se resisten al proyecto de gobierno más virulento y autoritario desde la redemocratización. Nuestra solidaridad a los sindicatos y al pueblo de Haití, que continúan su lucha contra las diversas formas de ocupación y colonialismo y por el reconocimiento de su derecho soberano a definir sus destinos.
A todas las trabajadoras y todos los trabajadores de las Américas nuestro abrazo solidario, reafirmando nuestro compromiso de que seguiremos en lucha. Enviamos un fraternal mensaje de esperanza de que, con organización, lucha y movilización, si, podemos lograr la plena democracia y la realización de nuestros derechos.